domingo, 15 de junio de 2008

PALESTINA:Cerrar heridas entre palestinos


bbc:Jeremy Bowen
Durante los últimos 12 meses, el sólo mencionar la idea de que debieran poner fin a su disputa con Hamas era asegurarse una respuesta desafiante de cualquiera de los altos funcionarios en el entorno del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas

Uno de los ministros más importantes del gobierno explotó con tal furia cuando le pregunté sobre ello que su voz envió al rojo el indicador del equipo de grabación de la BBC.

Todos ellos sintieron en carne propia la humillación inflingida por Hamas cuando arrebató a Fatah el control de Gaza hace exactamente un año.

Los hombres armados de Hamas deambulaban de uno a otro de los edificios antes controlados por Fatah, acribillando a balazos las oficinas de funcionarios que hasta entonces habían sido todopoderosos.

El miliciano que vació su Kalashnikov contra el escritorio de Mohammed Dahlan, hasta ese día el "hombre fuerte" de Fatah en Gaza, gritaba: "Este es el destino de los traidores como el cretino de Dahlan", mientras presionaba el gatillo.

Y aquello fue grabado y puesto en la televisión para que todo el mundo lo viera.

Dividir para reinar

A lo largo del último año, tanto los funcionarios estadounidenses, como israelíes o británicos han tenido una respuesta fácil cuando uno les preguntaba si no debía considerarse la posibilidad de dialogar con Hamas, sobre todo porque la política de aislarlos estaba causando demasiada miseria humana en Gaza.

Ellos se inclinan un poco hacia adelante y señalan que no hay más acérrimo defensor del boicot a Hamas que el mismo Abbas, quien también es el líder de Fatah, la facción que ha dominado la política palestina desde la década del '60 hasta el ascenso al poder de Hamas.
Abbas estableció una estricta condición para retomar el diálogo.

Él afirmó que eso era imposible hasta que Hamas se retraiga de lo que la gente de Fatah llama "el golpe ilegal" en Gaza.

Por su parte, los líderes de Hamas señalaron que deseaban hablar con Fatah en favor de la unidad nacional, pero que no aceptarían condicionamientos para el diálogo.

El enfrentamiento entre las dos principales fuerzas palestinas ha sido una fuente de fortaleza, aunque de corto plazo, para Israel.

Algunos israelíes señalan que puede no serlo a largo plazo. ¿Cómo puede uno hacer la paz con un pueblo dividido?

Signos de cambio

Desde finales del año pasado, Israel y los palestinos liderados por Abbas han estado involucrados en un proceso de paz, auspiciado por Estados Unidos y puesto en marcha por el presidente Bush con cierta ceremonia en Anápolis, Maryland.

Pero Abbas ha estado declarando su deseo de paz con Israel por muchos años. Los palestinos que están en guerra con Israel responden a Hamas y sus aliados.

Hasta el momento nada de esto ha cambiado. Pero hay señales de que podría hacerlo.
Abbas parece haber dejado de lado su demanda de que Hamas entregue el poder en Gaza como condición para conversar.

La semana última llamó al diálogo y luego, durante el fin de semana, hubo contactos entre ambas partes en Senegal.

Al mismo tiempo el presidente Abbas viajó a Arabia Saudita para encontrarse con el rey Abdullah y luego al Cairo para ver al presidente egipcio, Hosni Mubarak.

El necesitará el apoyo de estos líderes del mundo árabe si quiere hacer una acuerdo con Hamas.

Si esto ocurre, no caerá demasiado bien a los estadounidenses y los israelíes, como a muchos de sus aliados.

En lo que a ellos respecta, Abbas ha sido muy útil alineándose con ellos contra los palestinos que ellos califican de terroristas.

Plan B


La política de Estados Unidos fue construida alrededor de la idea de fortalecer a Abbas a expensas de Hamas. Y no está claro si Washington tiene un plan B.

Abbas parece estar respondiendo a un deseo de unidad entre los palestinos.

Algunos de sus principales funcionarios aseguran que están hartos de la continua expansión de los asentamientos judíos y la falta de progreso en las conversaciones de Anápolis.

Pero también hay señales de que un acercamiento con Hamas resulta controversial dentro de las mismas filas de Fatah.

Un negociador palestino aseguró que nada ha cambiado. Hamas, afirmó, tiene que desandar lo hecho en Gaza antes de que pueda haber unidad.

Tal vez Estados Unidos no necesite aún un plan B, pero quien quiera ser el próximo presidente de ese país debería estar pensando en uno. Por las dudas.

No hay comentarios: